El tanque de almacenamiento térmico se selecciona para una fuente de calor previamente elegida (caldera) y se calcula de manera que pueda acumular todo el calor producido por esta fuente, o para un consumidor que debe ser abastecido de calor producido por una fuente de baja potencia antes del tiempo de consumo de calor.
La prioridad en la selección de un tanque de almacenamiento térmico será la fuente si su potencia o tiempo de generación de calor está limitado, por ejemplo:
La prioridad en la selección de un tanque de almacenamiento térmico será el consumidor si es necesario cubrir una carga térmica dada en un tiempo determinado, por ejemplo:
El cálculo del tanque de almacenamiento térmico consiste en determinar la capacidad acumulativa del volumen de agua almacenado. La capacidad acumulativa del agua se caracteriza por una capacidad calorífica de 4.187 kJ * kg/°C. Esto significa que para calentar un kilogramo de agua en 1°C, se necesita suministrar una cantidad de calor equivalente a 4.187 kJ o, lo que es lo mismo, = 1 kcal = 1.163 W. Por ejemplo, si tenemos un tanque de almacenamiento térmico con un volumen de 1000 litros (más adelante, se asume que la masa de 1 litro de agua es igual a 1 kg) y lo calentamos a 50°C, acumulará una energía térmica de 1000 * 50 = 50,000 kcal = 0.05 Gcal = 58 kWh. Al extraer el calor y enfriar el tanque en 50°C, se eliminarán 0.05 Gcal de calor, respectivamente.
Dependiendo del esquema de aplicación, se utilizan diferentes métodos para calcular los tanques de almacenamiento térmico, pero en general, al seleccionar un tanque, se deben tener en cuenta los siguientes factores:
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