La válvula de bola es una válvula de cierre para tuberías, diseñada para bloquear el flujo. Las válvulas de bola reciben su nombre debido a la forma esférica del elemento de cierre, que tiene un orificio en el centro para el paso del medio de trabajo. En la posición abierta, el eje del orificio coincide con el eje de la tubería, y al girar la bola 90° alrededor de un eje perpendicular al eje de la tubería, la válvula se cierra.
La construcción versátil de la válvula de bola permite su uso con casi cualquier medio de trabajo: agua, vapor, aire comprimido, gas, productos derivados del petróleo, medios viscosos y abrasivos. Todas las válvulas de bola roscadas que encontrará en nuestro catálogo pueden utilizarse para agua; la posibilidad de uso con otros medios debe ser consultada con los proveedores.
A pesar de que la construcción de la válvula de bola es conocida desde hace más de 100 años, su uso generalizado solo fue posible con la aparición de materiales poliméricos, como el PTFE, cuyos anillos de sellado son capaces de garantizar la hermeticidad del cierre. Actualmente, las válvulas de bola roscadas se utilizan ampliamente en los sistemas de calefacción y suministro de agua, desplazando casi por completo a las compuertas, válvulas de tapón y válvulas de globo.
Las válvulas de bola roscadas (de conexión roscada) se instalan en tuberías de hasta DN50 que transportan medios de trabajo con una temperatura de hasta 100°C y una presión de no más de 16 bar. En otros casos, se utilizan válvulas de bola soldadas, entre bridas y con bridas.
No se permite la operación prolongada de la válvula de bola en una posición parcialmente abierta, ya que el desgaste abrasivo de la bola puede llevar a la pérdida de hermeticidad del cierre del flujo.
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