Durante el funcionamiento, los tanques de almacenamiento buffer sin intercambiadores de calor no requieren mantenimiento constante, y la reparación puede ser necesaria solo en caso de fuga en el cuerpo del tanque.
Los tanques de almacenamiento buffer con intercambiadores de calor incorporados deben limpiarse de la acumulación de sarro en la parte inferior una vez al año. Para este fin, algunos diseños incluyen una brida de revisión, mientras que otros tanques están equipados con válvulas de drenaje en la parte inferior del tanque.
Independientemente del diseño del tanque de almacenamiento buffer, se deben realizar pruebas de resistencia hidráulica y hermeticidad una vez al año. La presión de prueba debe determinarse de acuerdo con las instrucciones de funcionamiento del tanque de almacenamiento buffer.
Dado que la funcionalidad del tanque de almacenamiento buffer depende en gran medida del correcto funcionamiento de la válvula de seguridad, se recomienda verificar su funcionamiento 3-4 veces al año.
Si el tanque de almacenamiento buffer está equipado con un calentador eléctrico o un ánodo de magnesio, su estado debe revisarse una vez al año. Un calentador o ánodo dañado debe ser reemplazado.
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