Mantenimiento y reparación de los reguladores de temperatura de acción directa
El mantenimiento de los reguladores de temperatura de acción directa debe realizarse de acuerdo con las instrucciones de operación y siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Se recomienda verificar la temperatura de ajuste mensualmente con un termómetro de control.
- Cada seis meses, se deben medir el histéresis, la constante de tiempo y la zona de proporcionalidad, comparándolos con los valores obtenidos durante los trabajos de puesta en marcha.
- Si hay dispositivos de medición conectados al sistema, cada seis meses se deben medir las pérdidas de presión con la válvula completamente abierta y las fugas con la válvula completamente cerrada, comparándolos con los valores obtenidos durante los trabajos de puesta en marcha.
- El filtro de malla instalado antes del regulador debe limpiarse según el nivel de suciedad. El nivel de contaminación del filtro se determina por las lecturas de los manómetros instalados antes y después del mismo.
La reparación del regulador de temperatura puede ser necesaria cuando el modo de mantenimiento de la temperatura se ve comprometido. Las causas de fallo del regulador incluyen:
- Fallo del elemento térmico debido a daños mecánicos en la línea de impulsos o el sensor de temperatura. La mayoría de los actuadores termostáticos no son reparables y deben ser reemplazados.
- Obstrucción de la válvula. Esto se corrige limpiando el obturador y el asiento después de desmontar el regulador de temperatura.
Los reguladores de temperatura automáticos de acción directa son dispositivos bastante confiables y fallan muy raramente. Por lo tanto, si nota una desviación de la temperatura respecto al valor configurado, antes de buscar la causa en el regulador, verifique si el modo de funcionamiento corresponde al cálculo inicial.
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