La válvula de balanceo es una resistencia hidráulica regulable, por lo que sus esquemas de uso pueden variar mucho. Es importante recordar que, con el cambio en el caudal de agua, también cambian las pérdidas de presión en la válvula, por lo que se recomienda su uso solo en sistemas con un régimen hidráulico estático sin dispositivos de cambio automático de caudal.
A continuación, se muestran los esquemas más populares para la instalación de válvulas de balanceo:
1 En redes térmicas externas con un régimen hidráulico estático, las válvulas de balanceo han sustituido a los diafragmas de estrangulamiento (discos). Se utilizan para reducir la presión excesiva y limitar el caudal calculado del fluido térmico. Las válvulas de balanceo manual no pueden utilizarse en redes térmicas si en los puntos térmicos de los abonados hay dispositivos que cambian automáticamente el caudal del fluido térmico en función de la necesidad de calor.
2 En los colectores de distribución para vincular los regímenes hidráulicos de varios sistemas que requieren diferentes diferencias de presión (exceso de presión).
3 En sistemas de calefacción ramificados, las válvulas de balanceo resuelven el problema de la distribución desigual del caudal de agua a través de las ramas que están más cerca y más lejos del punto térmico.
En los sistemas modernos de calefacción, no se utilizan válvulas de balanceo manual debido a la necesidad de usar válvulas termostáticas de radiador, que cambian constantemente el régimen hidráulico. Esto significa que el caudal de agua en los circuitos de circulación y en el propio sistema de calefacción puede variar y depende del día de la semana, la hora del día, la temperatura del aire exterior o la temperatura del fluido térmico.
Las válvulas de balanceo manual se utilizan solo para el balanceo de sistemas estáticos. En el caso de un sistema de calefacción, los sistemas estáticos son todos aquellos sin válvulas termostáticas de radiador ni dispositivos de regulación cuantitativa, lo que incluye todos los sistemas clásicos verticales monotubulares y los sistemas con ramas en forma de U. En estos sistemas, las válvulas de balanceo manual pueden utilizarse para ajuste, balanceo del sistema y restauración de la circulación a través de ramas inactivas. En los sistemas con régimen hidráulico dinámico, se deben utilizar las llamadas válvulas de balanceo automáticas (reguladores de diferencia de presión y reguladores de caudal).
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